Hola, les voy a contar un hecho que ocurrió hace algunos años, cuando aún estaba casado con Carla, mi ex mujer. Carlas es una linda señora, en ese momento tenía unos 40 años, ella es bajita de 1,50 aprox., rellenita pero no gorda, lindas tetas y un culo digamos interesante.
Ella es la madre de mis 3 hijos y mientras estuvimos casados lo mejor fue el sexo. Lo atribuyo a que fuimos los dos iniciándonos en el juntos, lo que nos dio mucha apertura e intimidad, permitiéndonos fantasías y experimentar con lo que se nos ocurriera.
En aquel momento vivíamos en una casita linda de la ciudad, ambos teníamos buenos trabajos y nuestros hijos disfrutaban de su adolescencia, lo que se dice normales.
El hecho que les relato ocurrió a causa de haber visto en una película porno, que un marido acompañaba a su mujer al medico y la filmaba. En ese momento le comenté a Carla que esa podría ser una fantasía que me gustaría realizar, a lo que ella dijo que no había problema y que estaba de acuerdo. Luego pensamos como y con que medico realizarlo, lo que se complicaba si teníamos que pedir turno ya que ambos teníamos médicos conocidos de muchos años y no quedaría bien, entonces a ella se le ocurrió que, podíamos llamarlo a domicilio y así esconder la cámara y si daba, hasta elegir las poses en que ella se haría revisar para provocarlo un poco. Quedamos en que veríamos cuando lo hacíamos y que decir.
A las dos semanas, yo ya me había olvidado del tema, Carla me llama al trabajo un martes y me dice
– Carlos, el jueves podes pedirte la tarde en el trabajo? Los chicos tienen actividad y después se van a dormir a casa de mama.
– No entiendo y que tiene que ver mi trabajo – dije yo –
A lo que me respondió – recordas el tema del médico, lo podemos llamar y cumplir tu fantasía.
– Bueno OK, aunque veo que también es tu fantasía, yo ya ni me acordaba del tema pero a vos no se te olvidó. – dije
– Es verdad, me dejaste calentita – acoto y cortamos.
Esa noche cuando volví a casa estaba totalmente excitado, cenamos y cuando nos fuimos a acostar, comenzamos a conversar sobre el tema y acordamos que yo llamaría y pediría medico por un dolor de estomago, algo que es muy común y no implica riesgos y permitiría que le hagan una linda revisación. Luego, mientras teníamos sexo le dije, espero que el medico te guste, y si es mujer? Bueno ya veremos, dijo ella.
El jueves al medio día me fui del trabajo directo a casa, muy excitado y algo tenso. Cuando llego, Carla estaba acomodando la cama, que había quedado sin hacer. La saludo y comienzo a preparar las cámaras, pongo la compu en la cómoda enfoco la cámara directo a la cama del lado de ella, desde el otro lado de la habitación coloco la filmadora de mano en un estante dentro del armario y dejo la puerta entornada justo para tomar una imagen nítida. Mientras estaba en esta tarea, Carla me dice – ahora vuelvo, voy a cambiarme, mientras anda llamando.
Inmediatamente tomo el teléfono y solicito el medico, a lo que me dicen que en media hora estaría. Mientra termino de ordenar, aparece Carla con un camisón de satén color negro de breteles finitos y etéreos, esos que se caen de solo mirarlos, corto, apenas por debajo de su cola, sin corpiño, resaltando sus hermosas y grandes tetas con los pezones marcados y debajo una tanga de satén y encaje negro muy transparente, lo que hizo que tuviera una erección instantánea. Me surgió decirle que estaba realmente hermosa y que me re calentaba. Contenta ella se metió dentro de la cama y allí se quedo hasta que al poco tiempo sonó el timbre.
Salí a abrir la puerta y me llevo la sorpresa de que era un medico y un ayudante, en realidad era el chofer de la ambulancia con el maletín del doctor, me saludaron y los hice pasar, los dirigí hasta el dormitorio donde estaba Carla recostada, con los ojos cerrados como durmiendo. Cuando entramos ella abre los ojos y se acomoda para saludar. El doctor era un tipo de unos 35 años, petison, morochito, de tonada extranjera, como casi todos los que realizan visitas o hacen las guardias en los hospitales. El otro era un señor de unos 45 años alto, morocho corpulento, de manos grandes y muy parco, no saludo ni expreso una sola palabra en todo el tiempo que estuvieron en la consulta.
Una vez que el doctor se sentó al lado de Carla le pregunto que tenía y ella le dijo que padecía un dolor en el estomago, como retorsijones, que se sentía como afiebrada y muy cansada. El doctor pregunto – si hacía mucho de este dolor, si había comido algo que pudiera suponer que fuera la causa, si había movido el intestino últimamente, etc.- a lo que Carla le respondió que se había levantado esta mañana así, que no había comido nada raro y que hacía un par de días que no iba al baño. El doctor le dijo que la revisaría.
Y aquí comienza la mejor parte:
Primero tomo el tensiómetro y le tomo la presión en el brazo, estaba normal, luego tomo el estetoscopio y le pidió que se sentara en la cama así le auscultaba por detrás y le dijo que se levantara el camisón, dejando su espalda al descubierto. Luego le pidió que se pusiera de frente, también con el camisón levantado lo que dejo sus grandes tetas a la vista de los 3 hombres que la rodeaban. El doctor puso su estetoscopio entre sus tetas, luego por los costados y finalmente por debajo, rozándola con su mano, y mirando de reojo a su alrededor. Esta actitud hizo que me diera cuenta que estaba entrando en el juego que le propuso Carla, sin querer el estaba cayendo en la trampa. Lo mire detenidamente y observe que estaba teniendo una erección por debajo de su pantalón. A todo esto el ayudante, parado firme sin decir una palabra pero con los ojos abiertos, gigantes.
Luego de auscultarla, el doctor le pidió a Carla que se tendiera en la cama para palparle el abdomen, para lo que ella debió destaparse por completo, el le levantó un poco el camisón dejando su panza al aire al igual que su tanga negra y sus piernas. El doctor palpó su abdomen y fue bajando hasta su bajo vientre, al borde de la tanga, allí le pidió que bajase su bombacha un poco, Carla, muy obediente, bajo su tanga por debajo de sus nalgas, dejando al descubierto toda su monte de Venus; aclaro que no esta depilada, a mi no me gusta, si la tiene muy prolija, recortada y hermosa. El doctor le pregunto si estaba operada de apéndice, por que noto su cicatriz, luego comentó que notaba tenso el bajo vientre y pregunto si estaba en su periodo y si era regular, etc.
Luego le dijo que debía tomar su temperatura, para lo que le pidió al asistente que le pasara el termómetro, y le dijo a carla que se pusiera boca a bajo, ya que dado que el área afectada podía ser intestinal, debía ser la temperatura rectal. Para mi este fue el punto máximo, estaba absolutamente erecto, caliente, y por lo que notaba, tanto el medico como el asistente, estamos todos igual.
Ahora debemos pasar a la segunda parte del relato.
Los espero alla.