Los excesos que se cometen en las despedidas de solteros han sido la fuente perfecta para la consecución de toda clase de experiencias que por lo general se encuentran abonadas por el disfrute de placeres que supuestamente se terminarán con el matrimonio, pues predomina la idea de que casarse lleva a una monotonía que abarca la sexualidad y en consecuencia la vivencia de cosas nuevas.
Entre engaños, bromas y en definitiva con el consejo popular y bastante cierto de “nunca decir nuca”, la literatura fuera de lo convencional que da forma a este apartado, busca más que nada compartir un poco de esas cautivantes realidades y fantasías que se suscitan a partir de la noche antes de la boda, la cual como se hace evidente en todas las situaciones aquí planteadas puede salirse muchas veces de control.
Fetichismo e infidelidad en la despedida de soltero
Con el fetichismo como otra forma de placer donde se encuentra permitido excitarse por motivos un poco fuera de lo común, las situaciones bizarras pueden ser incluidas en estas fiestas organizadas por amigos que dejan ver su picardía al disponer todo para proponer al homenajeado estas alternativas, no podríamos olvidarnos por supuesto de la infidelidad, la cual suele estar muy presente en estas reuniones.
En este punto, es propio retomar un poco de los planteamientos acerca de la infidelidad los cuales abundan por todos lados, así pues, está claro que por un lado hay quienes insisten en que la monogamia no es algo natural en el ser humano y por consiguiente las relaciones extramaritales necesitarían de una mayor tolerancia; en el lado de la oposición se encuentra el sector que condena y rechaza este comportamiento al identificarlo como el causante de la finalización de millones de relaciones.
Lo que realmente ocurre en las despedidas de solteros
Por supuesto no todo pasa de la misma forma, están los grupos de amigos que salen a cenar, se toman unos tragos, bailan, bromean y ya está. Pero también están quienes en busca de sensaciones más fuertes contratan bailarinas para que se desnuden y se provocan unos a otros para que entre toqueteo y toqueteo las cosas suban de tono.
La originalidad de estas fiestas siempre se prestará para dar paso a deseos morbosos y aquello de animarse a romper reglas, de manera que son estos algunos de los ingredientes que configuran las relatos de este apartado, el cual por sus altas dosis de lujuria y desenfreno, pasa a ser uno de los preferidos por quienes al menos en su mente, ya han cedido a observar a su cuñada o cuñado considerando los diferentes atributos físicos que pudiese tener y que resultan más que suficientes para encender la llama y pasar una placentera sesión de masturbación.