Mi nombre es Alfredo y en Sevilla pude vivir una experiencia inolvidable con una Escort de lujo, algo que me va a quedar para el recuerdo por el buen momento vivido, la pasión que volvió a despertar en mí y el placer de volver a disfrutar de una cita erótica con una de las Universitarias Escort en Sevilla. Te cuento mi historia.
Hace pocas semanas, acudí a Sevilla para una reunión de negocios. Después de un largo día y tras darme un baño relajante en el hotel, decidí acceder a la web de las Escort. Había escuchado hablar a mis amigos es un buen sistema para conocer una chica hermosa de forma rápida y discreta, de tal manera que decidí dar el paso y buscar una Escort que se ajuste a mis necesidades. Por suerte, encontré una de 25 años que, según los datos del perfil, encajaba a la perfección conmigo: joven, de media estatura, pechos grandes y un cuerpo que se notaba que iba al gimnasio. Por suerte, esta web ofrece fotografías y descripción personal para saber más sobre la persona.
Comencé a chatear con ella y, a partir de ahí, todo fueron facilidades. Ella estaba deseosa de conocerme y yo había sentido en mi interior el pálpito de que todo iba a ir fenomenal con esta chica. Por tanto, decidimos quedar al día siguiente por la tarde para después cenar y tomar una copa.
Llegó el momento de la cita. Según llego al punto de quedada ella estaba allí. Llevaba un vestido ceñido azul, tacones y un bolso negro. Estaba realmente hermosa y yo caí rendido ante su belleza. Dimos un paseo tranquilamente a orillas del Guadalquivir, estuvimos conociéndonos y parecía una chica realmente agradable y gentil.
Al poco tiempo nos entró hambre y decidimos ir a cenar. Tenía hecha la reserva en un restaurante de comida tradicional donde estuvimos de maravilla. Compartimos muchas impresiones el uno del otro, hablamos de nuestras vidas y también salió algún que otro tema interesante del que pudimos debatir. Pero, una vez que llega el postre, noto cómo pone su mano sobre mi pierna y mi corazón empieza a latir con mucha fuerza. Yo le agarro de la mano y me la lleva hasta su entrepierna. En ese momento, me di cuenta que yo también le gustaba y que quería algo más que no solo una cita para hablar.
Una vez que terminamos la cena, nos fuimos a tomar una copa y bailamos un poco. Ella arrimaba su cuerpo junto al mío en la discoteca y acercaba su trasero a mis partes íntimas, de tal manera que mi pene estaba empezando a despertar y a ponerse cada vez más duro solo de percibir su cuerpo junto al mío. Al momento, empieza a besarme con lengua intensamente y con mucha pasión. Me susurra al oído que quiere ir al hotel y hasta allí que nos fuimos.
Al acceder a la habitación, nos lazamos besándonos sobre la cama y empezaron los preliminares. Ella estaba muy excitada y yo tenía el pene completamente duro. Al momento se desnudó y yo realicé el mismo procedimiento. Una vez que estábamos decididos a comenzar, el coito fue impresionante. Ella estaba completamente húmeda y no paraba de gemir, estaba claro que disfrutaba muchísimo, teniendo en cuenta que es una profesional del amor.
Finalmente, terminamos y nos quedamos hablando un poco en la cama. Ella me confesó que jamás había tenido una experiencia sexual tan intensa como la había tenido conmigo; por eso, me dijo que no iba a olvidar un momento como el vivido.
En definitiva, mi cita erótica con una Escort fue inmejorable. No solo pude conocer a una chica interesante, también disfruté con ella teniendo sexo de primera calidad y el recuerdo de haber disfrutado plácidamente de una experiencia única en la vida.